Mi nombre es César de Vega Ruiz y soy abogado desde hace más de 25 años.

En el 2005 fundó un despacho familiar con dos mujeres que a cambio de muy poco lo dieron todo.

Ellas fueron las que imprimieron el tesón y una voluntad de hierro para representar a los que nos confían sus asuntos, junto con la discreción y la humildad, valores que siguen impresos hoy día en el equipo de seis abogados que me acompañan y del que me siento muy orgulloso.

Esto es importante que lo sepas.

Siendo niño, con seis años mi padre me preguntó qué quería ser de mayor, y ya le respondí que quería ser abogado.

No sé, siempre me ha salido de dentro.

He sido siempre un abogado vocacional, con un sentido del servicio a las personas muy fuerte.

Valoro igual a la persona humilde sin recursos como al que más recursos tiene.
Bueno, si el que más recursos tiene, además es humilde, se le valora más.

¿Y sabes qué me pasó?

Que acabé siendo abogado de Cáritas durante años.

Yo, que no era más que un joven abogado, me encargué de llevar asuntos de mucha relevancia ayudando a mucha gente de diferentes países, culturas y etnias.

Aprendí y recibí mucho más de lo que pude dar.

Igualmente desde casi mis comienzos como abogado he asistido y defendido los intereses de miles de policías y funcionarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en asuntos penales, contenciosos administrativos y laborales, servicio y que seguimos atendiendo hasta el día de hoy con mucho honor y orgullo.

Desde entonces he atendido miles de asuntos para asesorar y defender los intereses más preciados de cualquier persona.

El honor y la libertad, la familia, el trabajo y el dinero de las personas.

Ya sean funcionarios, trabajadores o empresarios.

En Tribunales y fuera de ellos.

Siempre digo que lo que consigo es que muchos duerman mejor.

O al menos recuperar muchas horas del sueño perdido por desvelos.

Y con todo ello, para mí la abogacía no es todo.

La vocación por los demás es tan fuerte que me aprovecho de ella para ayudar en proyectos y propósitos como los de la Fundación Kike Osborne, entre otros.

Por eso otra de mis especialidades es la ayuda y la protección de los derechos de personas discapacitadas, a sus familiares.
Ellos sí que son super héroes.

¿Y por qué te cuento todo esto?

Porque creo que es importante que sepas que no soy nuevo en esto y que la experiencia es fundamental en el trabajo de un abogado.

Honestamente te digo que ningún abogado es experto en todo.

Es imposible.

Por eso es importante que, si buscas a un abogado, te interesa saber su especialización.

Por eso, si yo no puedo atender tu problema, no pasa nada, te escucharé y colocaré tu problema dentro del marco jurídico, pero además te llevaré con compañeros que puedan atenderte mejor.

Y no quiero entretener más.

Aquí estamos para escucharte y posiblemente tengas mucho más en tu cabeza.
Y es que, menos la visita de Hacienda y la visita de la Parca, todo tiene una salida.

Un quitártelo de la cabeza.

Y ahí, sí podrás contar con nosotros.

Si te interesa, hablamos.